Inicio Glosario Georreferenciación

Georreferenciación

Volver al glosario
Georreferenciación

La georreferenciación es el proceso de alinear datos espaciales, como mapas, imágenes aéreas o documentos escaneados, con un sistema de coordenadas específico para que se correspondan con exactitud con ubicaciones del mundo real.

Este proceso implica asociar características de los datos con coordenadas geográficas, lo que permite utilizar los datos en Sistemas de Información Geográfica (SIG) para el análisis espacial y la cartografía.

La georreferenciación es crucial para integrar diversos conjuntos de datos, garantizando que se alinean correctamente para estudios comparativos o la toma de decisiones. El proceso suele utilizar puntos de control, que son puntos de referencia identificables con coordenadas geográficas conocidas, para hacer coincidir y transformar el conjunto de datos en el sistema de coordenadas deseado.

Esto garantiza la coherencia y la precisión en diversas aplicaciones geoespaciales, como la planificación urbana, la vigilancia del medio ambiente y la navegación.

Empiece con una imagen ráster o un conjunto de datos que carezca de información de localización, como un mapa antiguo o una foto aérea. Identifica las características del conjunto de datos que también existen en el mundo real.

Estas características, denominadas puntos de control, incluyen intersecciones de carreteras o esquinas de edificios. Utilice un mapa de referencia o un conjunto de datos SIG con coordenadas geográficas conocidas para proporcionar ubicaciones reales para los puntos de control.

Haga coincidir la posición de cada punto de control en los datos de entrada con sus coordenadas correspondientes del sistema de referencia. Una distribución más uniforme y precisa de los puntos de control mejora los resultados de la georreferenciación.

A continuación, el sistema aplica transformaciones matemáticas como la traslación, el escalado, la rotación o la deformación para alinear el conjunto de datos con el sistema de coordenadas. Entre las transformaciones más comunes se incluyen la afín para ajustes sencillos, la polinómica para distorsiones complejas y la de láminas de caucho para distorsiones irregulares.

Tras la transformación, verifique la alineación para asegurarse de que el conjunto de datos se superpone correctamente al mapa de referencia.

Por último, guarde los datos georreferenciados en un formato que conserve la información espacial, como GeoTIFF. Una vez georreferenciados, los datos se integran con otros conjuntos de datos espaciales para realizar análisis avanzados y cartografía precisa.

La georreferenciación permite integrar diferentes conjuntos de datos, mejorando la precisión de los análisis espaciales y posibilitando una mejor toma de decisiones en campos como la planificación urbana, la vigilancia medioambiental y la defensa.

Descubra las aplicaciones geoespaciales